domingo, 8 de agosto de 2010

* DOUZ

Considerada como la Puerta del Desierto, Douz se levanta en el centro de un oasis.
Sus orígenes se encuentran en las tribus nómadas de los M´Razig.
Está rodeada de doradas dunas y su paisaje es sencillamente mágico.
Esta villa conserva tradiciones ancestrales como el souk en el que se pueden adquirir artesanías en piel de camello, alfombras de lana, dátiles, especias, incienso, legumbres, turbantes, khol, Bornús y kachabía (prendas de abrigo en lana)...... Aún pueden encontrarse adornos beduinos auténticos, entre las antigúedades que nos ofrecen los vendedores.
Además, todos los jueves, hay un mercado de animales, donde se puede contemplar el bullicioso ambiente que resulta de la venta de cabras, burros, ovejas, corderos, camellos, caballos, conejos, gallinas, etc.
Allí acuden sobretodo los nómadas de la tribu, quienes dan una especial significación al comercio de dromedarios

Esta ciudad llamada la puerta del Sáhara, está en extremo del Gran Erg Oriental, que se extiende hacia el oeste hasta Marruecos. El oasis, arropado literalmente por las vastas dunas del desierto, es una excelente base para recorrer el Sáhara.
Aquí termina la carretera de asfalto; para viajar más al sur y adentrarse en el desierto, en Ksar Ghilane, hay que ir en todoterreno o en camello.
Una buena época para visitar Douz es cuando se celebra el festial internacional del Sáhara, durante el mes de diciembre de cada año.
Este festival brinda la oportunidad de presenciar ceremonias y ritos que marcan el día a día de las tribus nómadas locales, como bodas, esquileo de ovejas, duelos, caza y carreras de camellos y de caballos....
Douz acoge a miles de participantes venidos de diferentes puntos del planeta. Estos vienen de paises árabes en su mayoría (Túnez, Libia, Egipto, Irán, Marruecos, Argelia, Mauritania...) aunque también hay representantes de Francia, Japon, Suiza, etc.
Esta ciudad se hizo famosa por la Gran Duna localizada a las afueras, que constituye su principal atracción turística.

* Douz, cruce de caminos


Aqui el viajero es tratado como uno más y éste experimenta durante su estancia, las mismas sensaciones de los habitantes de Douz...por unos dias pierde la noción del tiempo y se mete en la piel de los beduinos.
El tiempo parece ralentizarse. El ritmo de la vida se vuelve más pausado y se dejan aparcadas las preocupaciones propias de lo cotidiano.
Se empatiza al momento con los lugareños, pese a distar tanto de su mentalidad, religión , costumbres, tradición, idioma, gastronomía, cultura...la magia envuelve al visitante y lo traslada a un mundo que se le antoja casi irreal, como en un cuento, donde él es uno de los protagonistas.
Se crea un vínculo invisible pero férreo con los "marazig", los nativos del lugar, quienes no dudarán en compartir prácticamente todo, con el nuevo "hermano" que el destino ha puesto en su camino.
Son unos anfitriones excelentes. La acogida es sincera y harán que la estancia del viajero sea lo más agradable posible.

* fotos del festival internacional de douz